Quise ser ceroo,
montaña o valle.
Ser clorofila
para morar en grama.
Deseé ser agua
para correr por el río,
evaporarme y volver como
lluvia bañando el valle.
Fui tierra convertida
en adobe, con hebras
de pino. Recortado,
en los muros de la ermita.
Me sentí madera,
revestida de traje blanco
como nube de verano,
siendo casa de techo rojo.
Soy río que acaricia
los cimientos de piedra
de la casa de madera
con colas de quetzal.